Ya configuré esto pa' que cualquiera haga comentarios, creo que antes solo los podían hacer si tenían cuenta de gmail, pero ya...
Saludos a todos!
21 de julio de 2007
Porque sí...
Hace rato me llegó la tonadita y ésta frase de una canción. Sin más razones que las que no quiero compartir, solo la quiero dejar aquí:
"This is fucked up, fucked up..."
Black Swan, Thom Yorke.
"This is fucked up, fucked up..."
Black Swan, Thom Yorke.
20 de julio de 2007
Reflexiones ad noctum.
Empecé a escribir ésto como el resultado de la plática con una amiga, por un tiempo me olvidé de que lo había empezado, y hoy que de nuevo abrí el blog, lo encontré. Son ideas que llegaron a mi cabeza y que escribí como iba saliendo, ni siquiera sé por qué escribo ésta introducción, pero bueno... Si tienen ganas de hablar sobre lo que aquí se escribió contáctenme y nos echamos una buena platicada. Saludos a todos!!!
Pienso que desde el momento en que nacemos, e incluso antes de ello, todo lo que ocurre a nuestro alrededor produce un efecto en nosotros, ya sea en nuestras actitudes o en nuestra forma de ser, de alguna manera crecemos con un modo de ser que se convertirá en nuestra bandera por el resto de nuestra vida, ya sea por cuestiones genéticas o por las vivencias que se nos presenten con el tiempo.
No me gusta pensar mucho en que existe un destino marcado del que no podemos escapar, creo que uno mismo se va forjando su futuro, y las decisiones que tomamos día con día son las que finalmente hacen que ese destino sea una realidad. Ahora bien, hay veces en que las decisiones que tomamos no son las mejores, o al menos no provocan un sentimiento de satisfacción en nosotros, es entonces cuando la depresión, la angustia, las dudas y los arrepentimientos se apoderan de nuestra persona.
Basta un solo error para que una persona llegue a perder la vida por completo, o al menos, a perderse lo que la vida tiene que ofrecerle, sin embargo, la vida misma provee de los medios necesarios para salir adelante. Es verdad que no existe una fórmula que todo el mundo pueda aplicar para librarse de sus problemas, cada quien posee una forma muy particular de arreglar aquéllo que lo perturba, incluso los problemas pueden encontrar solución por sí solos, o por cuestiones fortuitas que ni remotamente teníamos contempladas, no obstante, el "inter" que se vive al tratar de salir de una situación que causa una molestia tanto emocional como física, puede convertirse en un verdadero tormento.
No creo que ese tipo de momentos sean malos del todo, creo que todos debemos de pasar alguna vez por ellos, ya que a final de cuentas, ese tipo de momentos amargos son los que nos dejan un mayor aprendizaje. Al empujarnos y exponernos a extremos que en situaciones normales no enfrentaríamos, esos momentos hacen que podamos conocernos mejor. En ocasiones hay errores que perduran por mucho tiempo sin que la vida alcance para encontrarles solución. Es preciso señalar que el aprendizaje del que hablo no siempre se deriva de la solución a los errores o problemas, hay veces en que dicho aprendizaje proviene de la manera en que se encaran los problemas o errores, de la manera en que los asumimos y éstos se adaptan a nuestra vida.
Alguna canción de hace algún tiempo hace referencia a que la vida se sostiene por instantes, y en verdad lo hace. Todo lo que vivimos se registra en nuestra cabeza en pequeños momentos que nos marcan para siempre, se quedan ahi en forma de recuerdos que podemos revivir cuantas veces queramos, que podemos analizar y repasar una y otra vez, encontrando detalles, disfrutando situaciones, pensando en las cosas que dijimos y en las que en realidad queríamos decir, como quiera que sea, ese cúmulo de imágenes, olores, sonidos o sentimientos forman parte de nuestro pasado, de nuestra vida, y afortunada o desafortunadamente, no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo.
Retomando la idea de los instantes, recuerdo uno en particular de cuando iba en 4to. o 5to. de primaria (bueno... medio recuerdo, porque mi memoria no es muy buena que digamos..., bueno... a veces sí), mientras platicaba con un maestro que tenía, por alguna razón que no puedo recordar, de la plática salió una especie de consejo, palabras más palabras menos, me dijo algo así: "La vida se tiene que disfrutar al extremo, no significa que te revientes a todas horas, sino que hagas y disfrutes lo que estás haciendo cuando tienes que hacerlo". De alguna u otra forma ese "consejo" siempre ha estado presente en mi vida desde entonces, y es que no hay nada como disfrutar de los instantes con los que se va construyendo una vida; siempre quedarán algunos cabos sueltos, o decisiones erróneas, o cuestiones que no nos tendrán satisfechos del todo, pero como lo dije antes, ese tipo de cosas son de las que aprendemos y las que nos ayudan a poder disfrutar esos instantes con mayor intensidad. Claro que también está el aspecto de la terquedad y la obstinación, estados propios del egoísmo, no siempre de caracter negativo, pero que en mayor medida se deben evitar con el fin de experimentar nuevas situaciones y tener más empatía con los demás.
Dicen que la sabiduría se adquiere con los años, yo diría que la sabiduría viene con los errores, y es que hay que vivirlos para poder aprender a evitarlos o a enfrentarlos. Yo no sé muy bien qué es la madurez o cuando llega, la idea que tengo de ella es que representa un estado de sobriedad en las personas, de templanza, de saber qué es lo que se tiene que hacer o no hacer, me parece que la madurez llega junto con la sabiduría, no obstante, al igual que la felicidad, considero que son estados pasajeros. Puede que la madurez no sea pasajera, pero en ello tiene que ver mucho la conciencia. El ser concientes de lo que pasa con uno mismo y con lo que a uno le rodea permite una visión más amplia de las cosas, por tanto, nos proporciona una serie de elementos y opciones de los que podemos echar mano para lograr lo que queremos, o en un caso más "conciente", lo que es mejor tanto para el entorno (comprendido en él a las personas involucradas en una situación en particular), como para nosotros.
Hace algún tiempo leí en el blog del buen Alejandro (mejor conocido en el bajo mundo como "Pingu") alguna reflxión acerca de lo que es el amor. Ahi hablaba del amor referido a una o unas cuantas personas en específico, de un amor restrictivo, de éste sentimiento con el que nos llenamos al encontrar un complemento junto a alguien más, sin embargo, tengo del amor un concepto más amplio. Pienso que el amor que se le puede tener a una persona con la que te identificas y con la que te sientes bien, es solo una parte o una manifestación del amor que puede producir una persona. Considero que el amor puede trascender su esencia primitiva de sentimiento para transformarse en una forma de vida, pienso que sí es posible amar a todos e incluso todo lo que nos rodea, sin embargo, es algo muy dificil de hacer y más de soportar, ya que el amor tiene aparejado un cierto estado de vulnerabilidad que puede causarnos decepciones o sufrimientos de los que no es tan fácil sobreponerse. Éstas decepciones y sufrimientos pueden encontrar su alivio en el mismo amor, pero a veces el egoísmo y la falta de una plena apertura de conciencia nos confunden, y es entonces cuando caemos en ese supuesto estado de vulnerabilidad, en el que la mezquindad o falta de sensibilidad de las personas termina por afectarnos.
Al igual que el conocimiento, las experiencias, ideas, sentimientos, etc., el amor no debe acumularse en una persona, debe compartirse. Últimamente me he convencido más de la idea de que todo lo que das, de alguna u otra forma encuentra su camino de vuelta a ti. Contándome una historia que escribió, un amigo decía en ella que "lo malo del karma es que no sabes con qué se va a cobrar", por tanto, creo que es fundamental tener una visión y actitud positiva, claro que la negatividad es inherente a nuestra vida e inclusive puede hacernos pasar muy malos ratos, pero haciendo un poco referencia a lo que mencionaba anteriormente, ésta situación puede también convertirse en algo positivo, la cuestión principal se encuentra en aprender a hacerlo, aprender a controlar y abrir nuestra conciencia, a usarla en todos los instantes de nuestra vida, para que de esa forma, obtengamos la sabiduría que nos permita aplicar el amor en plenitud sin sentirnos vulnerables ante los demás.
Pienso que desde el momento en que nacemos, e incluso antes de ello, todo lo que ocurre a nuestro alrededor produce un efecto en nosotros, ya sea en nuestras actitudes o en nuestra forma de ser, de alguna manera crecemos con un modo de ser que se convertirá en nuestra bandera por el resto de nuestra vida, ya sea por cuestiones genéticas o por las vivencias que se nos presenten con el tiempo.
No me gusta pensar mucho en que existe un destino marcado del que no podemos escapar, creo que uno mismo se va forjando su futuro, y las decisiones que tomamos día con día son las que finalmente hacen que ese destino sea una realidad. Ahora bien, hay veces en que las decisiones que tomamos no son las mejores, o al menos no provocan un sentimiento de satisfacción en nosotros, es entonces cuando la depresión, la angustia, las dudas y los arrepentimientos se apoderan de nuestra persona.
Basta un solo error para que una persona llegue a perder la vida por completo, o al menos, a perderse lo que la vida tiene que ofrecerle, sin embargo, la vida misma provee de los medios necesarios para salir adelante. Es verdad que no existe una fórmula que todo el mundo pueda aplicar para librarse de sus problemas, cada quien posee una forma muy particular de arreglar aquéllo que lo perturba, incluso los problemas pueden encontrar solución por sí solos, o por cuestiones fortuitas que ni remotamente teníamos contempladas, no obstante, el "inter" que se vive al tratar de salir de una situación que causa una molestia tanto emocional como física, puede convertirse en un verdadero tormento.
No creo que ese tipo de momentos sean malos del todo, creo que todos debemos de pasar alguna vez por ellos, ya que a final de cuentas, ese tipo de momentos amargos son los que nos dejan un mayor aprendizaje. Al empujarnos y exponernos a extremos que en situaciones normales no enfrentaríamos, esos momentos hacen que podamos conocernos mejor. En ocasiones hay errores que perduran por mucho tiempo sin que la vida alcance para encontrarles solución. Es preciso señalar que el aprendizaje del que hablo no siempre se deriva de la solución a los errores o problemas, hay veces en que dicho aprendizaje proviene de la manera en que se encaran los problemas o errores, de la manera en que los asumimos y éstos se adaptan a nuestra vida.
Alguna canción de hace algún tiempo hace referencia a que la vida se sostiene por instantes, y en verdad lo hace. Todo lo que vivimos se registra en nuestra cabeza en pequeños momentos que nos marcan para siempre, se quedan ahi en forma de recuerdos que podemos revivir cuantas veces queramos, que podemos analizar y repasar una y otra vez, encontrando detalles, disfrutando situaciones, pensando en las cosas que dijimos y en las que en realidad queríamos decir, como quiera que sea, ese cúmulo de imágenes, olores, sonidos o sentimientos forman parte de nuestro pasado, de nuestra vida, y afortunada o desafortunadamente, no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo.
Retomando la idea de los instantes, recuerdo uno en particular de cuando iba en 4to. o 5to. de primaria (bueno... medio recuerdo, porque mi memoria no es muy buena que digamos..., bueno... a veces sí), mientras platicaba con un maestro que tenía, por alguna razón que no puedo recordar, de la plática salió una especie de consejo, palabras más palabras menos, me dijo algo así: "La vida se tiene que disfrutar al extremo, no significa que te revientes a todas horas, sino que hagas y disfrutes lo que estás haciendo cuando tienes que hacerlo". De alguna u otra forma ese "consejo" siempre ha estado presente en mi vida desde entonces, y es que no hay nada como disfrutar de los instantes con los que se va construyendo una vida; siempre quedarán algunos cabos sueltos, o decisiones erróneas, o cuestiones que no nos tendrán satisfechos del todo, pero como lo dije antes, ese tipo de cosas son de las que aprendemos y las que nos ayudan a poder disfrutar esos instantes con mayor intensidad. Claro que también está el aspecto de la terquedad y la obstinación, estados propios del egoísmo, no siempre de caracter negativo, pero que en mayor medida se deben evitar con el fin de experimentar nuevas situaciones y tener más empatía con los demás.
Dicen que la sabiduría se adquiere con los años, yo diría que la sabiduría viene con los errores, y es que hay que vivirlos para poder aprender a evitarlos o a enfrentarlos. Yo no sé muy bien qué es la madurez o cuando llega, la idea que tengo de ella es que representa un estado de sobriedad en las personas, de templanza, de saber qué es lo que se tiene que hacer o no hacer, me parece que la madurez llega junto con la sabiduría, no obstante, al igual que la felicidad, considero que son estados pasajeros. Puede que la madurez no sea pasajera, pero en ello tiene que ver mucho la conciencia. El ser concientes de lo que pasa con uno mismo y con lo que a uno le rodea permite una visión más amplia de las cosas, por tanto, nos proporciona una serie de elementos y opciones de los que podemos echar mano para lograr lo que queremos, o en un caso más "conciente", lo que es mejor tanto para el entorno (comprendido en él a las personas involucradas en una situación en particular), como para nosotros.
Hace algún tiempo leí en el blog del buen Alejandro (mejor conocido en el bajo mundo como "Pingu") alguna reflxión acerca de lo que es el amor. Ahi hablaba del amor referido a una o unas cuantas personas en específico, de un amor restrictivo, de éste sentimiento con el que nos llenamos al encontrar un complemento junto a alguien más, sin embargo, tengo del amor un concepto más amplio. Pienso que el amor que se le puede tener a una persona con la que te identificas y con la que te sientes bien, es solo una parte o una manifestación del amor que puede producir una persona. Considero que el amor puede trascender su esencia primitiva de sentimiento para transformarse en una forma de vida, pienso que sí es posible amar a todos e incluso todo lo que nos rodea, sin embargo, es algo muy dificil de hacer y más de soportar, ya que el amor tiene aparejado un cierto estado de vulnerabilidad que puede causarnos decepciones o sufrimientos de los que no es tan fácil sobreponerse. Éstas decepciones y sufrimientos pueden encontrar su alivio en el mismo amor, pero a veces el egoísmo y la falta de una plena apertura de conciencia nos confunden, y es entonces cuando caemos en ese supuesto estado de vulnerabilidad, en el que la mezquindad o falta de sensibilidad de las personas termina por afectarnos.
Al igual que el conocimiento, las experiencias, ideas, sentimientos, etc., el amor no debe acumularse en una persona, debe compartirse. Últimamente me he convencido más de la idea de que todo lo que das, de alguna u otra forma encuentra su camino de vuelta a ti. Contándome una historia que escribió, un amigo decía en ella que "lo malo del karma es que no sabes con qué se va a cobrar", por tanto, creo que es fundamental tener una visión y actitud positiva, claro que la negatividad es inherente a nuestra vida e inclusive puede hacernos pasar muy malos ratos, pero haciendo un poco referencia a lo que mencionaba anteriormente, ésta situación puede también convertirse en algo positivo, la cuestión principal se encuentra en aprender a hacerlo, aprender a controlar y abrir nuestra conciencia, a usarla en todos los instantes de nuestra vida, para que de esa forma, obtengamos la sabiduría que nos permita aplicar el amor en plenitud sin sentirnos vulnerables ante los demás.
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