(Nota del dueño del blog: Utilizo este espacio -casi abandonado- para difundir una reflexión de mi papá a 41 años de uno de tantos días que han quedado marcados en la memoria social y política del país. En aquél momento la participación política de la sociedad se vio disminuida literalmente por la vía de las armas y la violencia; hoy los medios para disminuirla se materializan con otro tipo de armas y violencia, las que atacan al pensamiento. La conciencia siempre ha sido la respuesta para la solución de nuestros problemas... ¿En qué momento la perdimos?)
En 1971,
el PRI gobernaba el país (si es así puede llamarse a las innumerables tropelías
de ese grupo –gobierno?- en el poder) Luis Echeverría era el autoritario
presidente, cuyo antecedente de culpabilidad en el genocidio del 2 DE OCTUBRE
DE 1968 EN TLALTELOCO, difícilmente podrá ser borrado de la memoria colectiva.
Una manifestación estudiantil fue cruelmente reprimida en los alrededores de la
escuela Normal de Maestros, principalmente en la Avenida Rivera de San Cosme y
Circuito Interior, antes Instituto Técnico. Más de un centenar de muertos e
innumerables heridos provocó el ataque del tristemente grupo llamado
“halcones”, enviados por Echeverría a detener esa manifestación; primeramente
atacaron a los estudiantes con varas de bambú y a golpes, pero fueron repelidos
por la columna de estudiantes; entonces, con armas, pistolas y rifles, y el
apoyo de personal de la policía del entonces Departamento del D.F., quienes
transportaban dichas armas en patrullas y las denominadas “julias”. -Yo
personalmente (Adán Rivera, 67 años) fui testigo de la forma en que descendían
de camiones de basura, así transportaron a quienes posteriormente supimos se
trataba de los tristemente célebres “halcones”, jóvenes de evidente clase
humilde, quienes se diferenciaban del vestir, humilde también, de los
estudiantes que venían en la manifestación. Los operadores del camión
entregaban las varas de kendo y palos. Acompañado por una amiga recorrimos los
alrededores y durante la balacera, en San Cosme, en Avenida de los Maestros,
sacamos del lugar del conflicto a decenas de estudiantes- A los heridos que
fueron trasladados al Hospital “Rubén Leñero” de la Cruz Verde, grupos de
halcones acudieron por los que encontraban, los sacaron para rematarlos en
otros lugares. Los “halcones” cobraban su sueldo en el METRO, como personal de
intendencia, eran comandados por un militar capacitado en la “Escuela de las
Américas” en USA. Manuel Díaz Escobar quien con algunos de sus principales mandos, surgieron de la Brigada de
Fusileros Paracaidistas, entre ellos, Víctor Manuel Flores Reyes, Rafael
Delgado Reyes, Sergio San Martín Arrieta, Mario Efraín Ponce Sibaja y Candelario
Madera Paz, los cuales entrenaban sus hombres en los llanos de las colonias San
Juan de Aragón y Cuchilla del Tesoro, en la delegación Gustavo A. Madero. Un
crimen de estado que a 41 años de haberse perpetrado, la “pronta justicia
señaló recientemente que hubo delito, homicidios, pero que no había culpables.
Desde luego siempre hemos dicho quienes fuimos parte y testigos de hechos como
éste y los de 1968, así como los acaecidos durante la “guerra sucia de los
setentas” que Echeverría, el regente de aquel entonces Alfonso Martínez
Domínguez, el “alconso”, los mandos militares, policiacos y gubernamentales
fueron los directamente responsables de éstos innumerables asesinatos. Entonces
así gobernaba (?) el PRI, quien tal parece se enfila para volver a hacerlo a
partir de 2012. El clima autoritario se ha mantenido aun cuando la alternancia
política apareció en el año 2000, pero no así el avance democrático que
anhelamos, por ejemplo la representación empresarial que la actual “Ley de
Cámaras Empresariales y sus Confederaciones” otorga únicamente a tales
organizaciones, marginando a los millones de pequeños empresarios que no están
afiliados a ellas, así también niega la representación PYME ante los organismos
tripartitas como lo es el IMSS, INFONAVIT, STPS y otras tantas. NO DEBEMOS PERMITIR EL REGRESO
DEL PRI, CON SU NUEVA CARA, LA DE PEÑA NIETO, LA TRISTE HISTORIA DE
AUTORITARISMO, IMPLÍCITA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD. El movimiento #YOSOY132 es
un fiel reflejo de la necesidad social de una democracia verdaderamente
participativa, QUE DEBE CONVERTIRSE EN LA COLUMNA VERTEBRAL DE LA RESISTENCIA
CIUDADANA, ANTE LOS EMBATES DEL MAL GOBIERNO, NO IMPORTA CUAL SEA EL PARTIDO EN
EL PODER.