27 de diciembre de 2007

El viento y el árbol


El siguiente texto resultó de una petición realizada por un amigo. En una de esas tantas noches de desvelo frente a la computadora, me pidió imaginarme en medio de un campo rodeado de árboles, fijando la atención en uno en particular, el más grande y viejo de todos. En la imagen, la luz del Sol se reflejaba apaciblemente en la superficie de las hojas, y éstas se movían cadenciosamente gracias al viento que marcaba un ritmo que transmitía paz y armonía, tanto a las que aún permanecían en el árbol, como a las que se encontraban en el suelo.


Con tal imagen en mente, mi amigo pidió que hiciera el texto con relación al viento. Tardé en organizar mis ideas, pero al final decidí que el texto versara de manera un tanto metafórica y fantástica sobre la relación amorosa que puede existir entre el viento y un árbol.


La fotografía que encabeza esta entrada corresponde a un día nublado y frío en el Desierto de los Leones (de hecho llovió), y fué el segundo recuerdo que me llegó a la mente mientras trataba de formar la imagen que me describía. El primero fué el de un día soleado y ventoso en una parte del Jardín Botánico de CU, muy parecido a lo que me describía. En las dos ocasiones yo estaba acostado pensando en mil cosas y en nada a la vez, tratando de llenarme de la armonía que se respiraba en aquél lugar, disfrutando de la tranquilidad y de la plática de quien me acompañaba. Ambos momentos los atesoro de manera muy especial en la memoria, me propuse nunca olvidarlos, en verdad los disfruté.


Ambos ocurrieron en este año que está por terminar, uno que he disfrutado mucho, y en el que, como estos dos eventos, han pasado muchas otras cosas que no quiero ni pienso olvidar.
En el ocaso de este ciclo, deseo que sus vidas se llenen de felicidad, que los problemas que se lleguen a suscitar no opaquen las cosas buenas que siempre hay alrededor y que todo lo que se propongan, si bien no es logrado, al menos deje en ustedes la sabiduría necesaria para continuar.


-El viento y el árbol


Hoy me hacías falta. Hay veces que no logro entenderte, veces en que tu ímpetu termina por desgarrarme en un instante. Me intimidas, me haces ver que a pesar de lo mucho que hemos vivido, aún soy vulnerable a tu experiencia. No es lo mismo vivir atado que ser libre, siempre viajando, mezclándote, reinventándote, esa es tu naturaleza.

Tú puedes ir a donde quieras, nada te lo impide. Yo he intentado seguirte, he intentado comprenderte, pero ésta es mi naturaleza: la firmeza es lo único en lo que encuentro seguridad, la necesaria para amarte, la misma que me incita a no dejarte ir, a regalarte lo que tengo, lo que soy.

Hoy es distinto, hoy puedo disfrutar de tu calma, de tu inmensidad, de cómo recorres lentamente todo mi ser, moviendo cada fibra, llenándome de amor.

Tu frescura me renueva,
tus caricias me deleitan,
tus encantos me embelesan,
tu belleza me impacienta.

Por días como estos sé que me amas, que comprendes mi situación, que lo único que intentas es compartir las mil y un historias que tienes para mí. Sé también que esto es pasajero, que por mucho que quieras detener tu paso, o por más que yo inetnte seguirte, no lo lograremos, somos así.

Por lo pronto disfrutaré el momento, el instante preciso en el que logremos el perfecto equilibrio, el mismo que recordaré el día en que no pueda contenerte más, cuando todas mis fuerzas se acaben y deje tu camino libre, cuando descubra que el amarte no significa luchar en tu contra, intentando vagamente aprisionarte para siempre; amarte también es dejarte ir, ceder un poco, dejarte ser.

9 de noviembre de 2007

8 de Noviembre


Después de un rato de cierta oscuridad por el que estaba pasando, de nuevo me encuentro en un punto estable y hasta cierto punto soportable. Y es que, como dicen por ahí, "la vida da muchas vueltas", a veces nos toca estar arriba o abajo, no obstante, lo importante es estar.


Me parece que todas las experiencias y vivencias que se presentan en la vida son de suma importancia, no importando si estas son malas o buenas. Creo que ya había escrito algo sobre ello antes, pero es que me gusta repetirlo, y sobre todo, repetírmelo, al igual que la idea de que "todo pasa por una razón", y últimamente ésta última me ha dado muchas vueltas en la cabeza y ha salido con mayor frecuencia de mi boca.


Si bien no todo es perfecto en esta vida, y no todo ocurre como uno espera, siempre hay ciertas circunstancias que compensan a las malas. La depresión bien puede servir como un arma de autodestrucción o como una herramienta de autoexploración. A mi me gusta pensar más en que funciona de la segunda manera, aunque a veces el hecho de sobrellevarla puede ser un tanto molesto, tedioso y dificil, en el sentido de que, al encontrarse en ese estado, las energías solamente son enfocadas en aspectos negativos, que de alguna u otra forma, solo acarrea más negatividad, creando de esta forma un círculo vicioso que solamente puede ser roto a través de la voluntad.


Pues bien... yo no sabría explicar el cómo o el por qué, pero hoy me siento bien. Me parece que ha sido gracias a una mezcla extraña de eventos que me han ocurrido en estos últimos días, todos provenientes de personas a quienes estimo mucho, sucesos que siendo independientes unos de los otros, en conjunto han repercutido benéficamente en mi.


El último de estos eventos ocurrió el Miércoles (no relataré las cosas que me pasaron, ya que no considero éste el medio idóneo para hacerlo), tengo que decir que me sentí bien inmediatamente, fué algo así como la cereza en el pastel, una vez más no podría explicar el por qué, pero fue como si me quitaran un peso de encima, como si me hubiera liberado de algo que no me dejaba regresar a mi estado anímico "normal", si es que tal cosa existe.


Ese día, al terminar las clases, como no llevaba carro, emprendí la caminata para agarrar el metrobús, como lo venía haciendo desde hace tiempo los días que no llevaba el carro, pero antes de llegar ahí, con el humor en alto, decidí caminar un poco más. Ese poco más se extendió hasta casi llegar a mi casa, y es que me había privado durante mucho tiempo de hacer, y sobre todo, de disfrutar de una de mis actividades favoritas: caminar. Esa noche no pude alcanzar el culmen de mi odisea, lamentablemente me encontré en el camino a mi papá y me dió un "aventón" hasta la casa.


Frustrado por no haber podido completar mi recorrido a pie, en la mañana del jueves me decidí a que esa misma noche completaría todo el camino. Pues bien, el día siguió su marcha con más eventos placenteros, hasta que llegada la noche, las clases llegaron a su fin, y después de ir a cotorrear con algunos amigos (cosa que en otro momento hubiera evitado), el destino que yo mismo me había trazado desde la mañana al fin se concretizaba.


Empecé el camino acompañado por un amigo que iba a tomar su pesero, saliendo de las inmediaciones de CU, caminamos por Insurgentes hasta llegar al paradero de "las palmas", cerca de San Angel, en ese punto pasamos a Revolución para que él tomara el camión. En ese punto nos despedimos y yo continué con mi camino, tenía una promesa que cumplirme, una promesa que si bien puede tacharse de egoista, es algo que ya me hacía falta experimentar. Durante todo el camino escuché música, otro de mis placeres en esta vida, en esta ocasión mis pensamientos no me llevaron a "pensar demás", durante el camino medité y pesné lo suficiente, me dediqué específicamente a disfrutar de lo que hacía, a disfrutar del cielo, la noche, el frío, la gente, las luces, la ciudad en general.


En algunos tramos de mi recorrido me encontré también con la soledad, esta vez me sonrió y en respuesta yo le correspondí, hasta ella me cayó bien esta noche, y no es que me caiga mal del todo, o que de plano no la soporte, pero hay veces que se pone muy odiosa y termina con mi paciencia. La gente se concentraba, ya fuera en lugares donde vendieran algo de comer, o en paradas de camión o estaciones del metro (Barranca, Mixcoac y San Antonio fueron por las que pasé).


El Miércoles mi camino a pie terminó justamente cerca del metro San Antonio, hoy, al llegar ahí, ya nada me podía detener para completar mi hazaña, y efectivamente, así fué. Continué mi camino por Av. San Antonio, por donde el relajo de los segundos pisos empezara hace ya algunos años (con el "distribuidor" que lleva el mismo nombre que el de la avenida). Pasé periférico, y en unos cuantos minutos, ya había logrado lo que en la mañana me había propuesto.


Me parece que en estas últimas líneas se encierra el punto medular de éste escrito, y es que las cosas nunca podrán lograrse si uno mismo no tiene la determinación suficiente para hacerlo, es verdad que pueden presentarse eventualidades ajenas a nuestra voluntad e incluso contrarias a ella que impidan alcanzar la meta, sin embargo, siempre habrá otros caminos para lograr el cometido, siempre habrá alguien o algo que te ayude a lograrlo, si algo no funcionó de una manera, siempre se habrá ganado experiencia ("no es posible descender dos veces el mismo río"), siempre habrá un 8 de Noviembre para volver a intentar...

2 de octubre de 2007

Al río

Frente a ti no hay secretos,
no hay ataduras ni cuentos.
Frente a ti sólo soy yo,
sin más que mis recuerdos.
Revivo momentos,
los más gratos instantes,
también los más falsos
que me queman la sangre.
Me hablaron del amor,
de sus efectos fugaces,
no hablaron de confusión,
de decepción y desastre.
No huyo de alguien
ni de las consecuencias,
huyo de mi,
de mis innumerables facetas.
Dos cosas te pido
no me dejes ir,
sólo en ti confío,
déjame seguir.
Que el sol no sea testigo
de mi cobarde decisión,
abrázame ahora mismo,
te entrego el corazón.
El tiempo y el olvido
se encargarán de mi,
todo está perdido,
ya no hay por qué sufrir.

13 de septiembre de 2007

La muerte...




Hace no mucho la muerte se paseo cerca de mi, en total rondó tres veces, con dos de las personas que se llevó no tenía una conexión tan directa, con uno sí, muchas veces conviví con él en la escuela, fue de las primeras personas que conocí cuando entré a la facultad.


Me parece que al momento de que este tipo de eventos suceden resulta de lo más natural que uno se ponga a pensar en la fragilidad de la vida, en lo fácil que es dejar de existir, sobre todo cuando la muerte ha ocurrido en una persona joven, y es que la muerte es una constante en la vida, solo que muchas veces nos concentramos tanto en el hecho de vivir que olvidamos por completo el hecho de morir.


La vida lo es todo, o al menos es todo lo que conocemos, puesto que a ciencia cierta no se sabe qué es lo que pasa cuando una persona muere; claro está que las religiones tienen su particular punto de vista, opiniones que pueden o no ser la verdad, no obstante, no quiero ni pienso refutarlas, por el simple y sencillo hecho de que yo tampoco (y creo que nadie) poseo la verdad acerca de lo que sucede después de la muerte. Considero que cada religión tiene una manera muy especial y única de concebir el concepto de la muerte y todo lo que ello puede traer aparejado, muchas consideran que la trascendencia del espíritu o de la conciencia es lo que tiene lugar después de la muerte, o incluso que ésta vida es solo una etapa, y que la muerte marca el comienzo de una nueva, conformando de esta manera un ciclo evolutivo de perfeccionamiento espiritual o de conciencia. Como quiera que sea, las religiones ayudan a muchas personas a darle un sentido a su vida, cuestión que también es muy respetable, siempre y cuando no se llegue al fanatismo exacerbado, ya que en éste punto el radicalismo de los pensamientos puede provocar problemas que atraerían consecuencias que en ningún sentido racional valen la pena.


También existe el otro lado de la moneda, hay personas que están convencidas de que después de la muerte no hay algo más, simplemente se deja de existir y todo lo que tuvo lugar en vida, se termina. En lo personal no me agrada ésta manera de pensar, tampoco voy a intentar refutar estas opiniones debido a lo que ya señalaba anteriormente, sin embargo, a mi me agrada pensar que algo de lo que he realizado aquí se va a ir conmigo después de la muerte, al menos sería muy placentero que así fuera. Pero bueno, el punto de éste escrito no es exponer las diferentes teorías que existen para explicar que hay más allá de la vida, sino analizar muy brevemente el hecho de la muerte, ya que, mientras no sea a uno al que le pasa, la muerte ocurre en vida, y al igual que cualquier otro hecho o fenómeno, tiene consecuencias en nuestra manera de actuar y de comportarnos.


Como ya decía al principio, la muerte es una constante, que si bien a veces no es muy visible, siempre está presente. Los problemas comienzan cuando la constante se manifiesta sorpresivamente, cuando no da tiempo siquiera de asimilar lo que pasa y pareciera que lo que se está viviendo es un cuento o una película, que es completamente ajeno a nuestra vida, y es que la muerte no es la noticia más fácil de asimilar, todo lo contrario, me parece que es el hecho que, a pesar de ser tan común, es el más dificil de superar.


El sentimiento de pérdida originado por la muerte de una persona puede ocasionar en otra un cambio radical en su manera de vivir. La dependencia es otro factor que tiene una influencia por demás poderosa, el aferrarse a algo que ya no está siempre causará el mismo efecto, abanderado con el sentimiento de soledad, sentimiento que puede subsistir en la "normalidad" y "cotidianidad", y aunque la tristeza no sea inconmensurable, sí se convertirá en un estado recurrente. Este tipo de sentimientos puede prevalecer por mucho tiempo, incluso puede durar el resto de una vida, y de alguna u otra forma, evitan que disfrutemos de la vida en plenitud. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario, el mismo sentimiento de dependencia puede llevarnos a ir más allá de lo que nosotros pensábamos que podíamos llegar, en este caso, creo yo que el sentimiento de soledad es superado por una buena asimilación de la realidad, y digo que es buena porque no tiene consecuencias negativas en el desarrollo de nuestra vida, no nos deja estancados en un mismo sitio, al contrario, se convierte en la fuerza que necesitamos para seguir adelante.


Me parece que la mejor manera de prepararse para la muerte es nunca perderla de vista, siempre considerarla una posibilidad, y por tanto, tratar de vivir en plenitud, teniendo en cuenta que no hay algo en éste universo que dure para siemrpe, patrtiendo del hecho de que nosotros no somos eternos y por tanto, nunca sabremos si algo lo es.


Yo no sé si este se convierta en el último escrito que haga, bien podría morir por la noche, bien podría nunca más despertar, si fuera el caso, tendría que decir que estoy medianamente conforme con las cosas que he hecho hasta hoy. Hay muchas cosas pendientes todavía, planes, expectativas, cosas que quisiera decir y que por ciertas circunstancias he callado, me quedaría con las ganas de ver a mi familia y amigos desarrollarse, de experimentar tantas y tantas cosas que aún no he hecho, en fin, deseo que la vida nos alcance para llegar al momento en el que no le pidamos más, y si no fuera así, que al menos hagamos lo necesario para hacerla más placentera.

1 de agosto de 2007

Crónica de un buen viaje


Siempre he pensado que por salud mental, siempre es bueno abandonar las rutinas por un tiempo, relajarse, y tomar fuerzas para seguir con lo que voluntaria o involuntariamente nos aqueja.
Por lo regular cada 6 meses salgo de la rutina citadina para ir de paseo con los amigos, olvidándome por completo de todo lo que se queda en esta urbe demencial, me dedico solamente a disfrutar de unos cuantos días de descanso, buena comida y algo de alcohol.
La semana pasada llegó la fecha que marcaría el comienzo del viaje más esperado por 4 individuos que hace tiempo ya se conocen, y es que después de 6 años de amistad, por fin pudimos salir de viaje juntos. Faltaron algunas personas, pero espero que en un futuro no muy lejano podamos salir todos a algún lugar.
El viaje comenzó el Domingo por la mañana, el destino..., Michoacán, si señor!!!
El primer lugar que visitamos fue "Laguna Larga", un complejo turístico situado en una zona montañosa, con aguas termales y espacios abiertos para ir de campamento. Ninguno de nosotros llevaba casa de campaña, por lo que no fue posible acampar, sin embargo, la promesa de regresar permanece vigente desde entonces. El clima era un poco lluvioso, la tarde estaba nublada y hacía un poco de frío, sin que eso importara mucho, los trajes de baño salieron de las maletas, y a nadar!!!
Con el agua caliente que brotaba de las entrañas de la montaña, el frío ya no era una preocupación, por momentos la lluvia arreciaba, y de las albercas emanaba una nube de vapor que obstruía la visión por completo. El tiempo se nos fue en jugar y después en relajarnos en las albercas, nada como el agua caliente para empezar a sentirse bien y sacarse de la piel toda la contaminación que uno acumula en la ciudad.
Continuamos la travesía por la noche, la lluvia nos alcanzó en algunos trayectos, después de cruzar una caseta nos perdimos, pero después de algunas llamadas y de que nuestros guías fueran al rescate, retomamos el rumbo. Hubo un tramo en donde la carretera en la que íbamos estaba llena de baches, completamente oscura, las montañas parecían sombras enormes que estaban dispuestas a tragarnos. El carro en el que íbamos, la buena "Leonor" (de quien tengo que confesar que me enamoré perdidamente), no tenía estereo, y un intento por adaptar unas bocinas para amenizar el viaje se frustró, así que la conversación y los cantos desafinados a medias (carreteraaaaaa, jajajajaja!) se volvieron una herramienta muy útil para que nuestra muy querida, apreciada y excelente conductora no se durmiera ni un instante. Por momentos se podía escuchar el croar de las ranas que estaban al lado del camino, un concierto muy peculiar.
Al cabo de un rato, por fin llegamos a nuestro siguiente destino, un lugar que si mal no recuerdo oficialmente se llama "Nuevo Coroneo", también se le conoce como La Paz, muy cercano a Guanajuato. A la mañana siguiente pudimos contemplar el lugar al que la noche anterior habíamos llegado, una gran extensión de tierra, completamente verde gracias a las lluvias, un río, pequeñas lagunas, borregos, vacas, cercas hechas con piedra, un lugar hermoso en verdad.
Durante el viaje conocimos y convivimos con personas que se han quedado grabadas en mi memoria y que se mantendrán ahí por lo que me resta de vida: Doña Lucy, el tío Goyo, Doña Consuelo, Fredy, Maricela, José, Mara, Paz, Licha, entre algunos otros. Algún día aprenderé a hacer tortillas a mano como las que hace Doña Lucy en su cocina (un lugar del que tampoco me voy a olvidar), Mara hizo algunas, espero algún día hacer unas yo también.
Por la tarde salimos a caminar, perseguir borregos se convirtió en el deporte oficial durante el tiempo que estuvimos ahi. Esa noche, prendimos una fogata. Ah cómo costó trabajo prenderla!, pero una vez que las flamas aparecieron, todo lo demás fue simplemente disfrutar. Con una bolsa de bombones, cacahuates, papas, cigarros y algunas cervezas, pasamos un buen rato alrededor de la fogata.
Al día siguiente por la tarde fuimos a caminar a la barranca, bajamos hasta llegar a un lugar en donde en ésta época del año cae una cascada, un espectáculo tremendo. Ahi, al tratar de cruzar el río con el espíritu explorador a flor de piel, su servidor se resbaló y se convirtió en la persona que se mojó más.... changos... ni modo...solo fueron los pies y un poco las piernas... pero... changos...
Ahí también hay unos pequeños mananatiales de donde anteriormente la gente acarreaba agua, antes de que hicieran todo el sistema hidráulico en la zona. Cuenta Doña Lucy que ella bajaba la barranca con una burra para traer el agua a su casa, ya me imagino lo dificil que era, mis respetos para todos ellos. Una vez abajo, estando al pie de la cascada, Mirna, Paco, Jorge y el que escribe estas líneas, levantamos los vasos y brindamos con el pulque que habíamos ido a conseguir más temprano. Por alguna razón la subida fue muy rápida, solo tomamos un descanso casi al llegar hasta arriba, no cabe duda de que el cuerpo es otro cuando no hay contaminación de por medio.
En el camino de regreso a la casa, surgió la idea de hacer globos de cantoya, y una vez que fuimos a conseguir los materiales necesarios, los empezamos a hacer. Tres globos fueron los que hicimos, una vez construídos, nos dispusimos a volarlos. El primero fracasó, debido a que estaba haciendo mucho aire, se incendió y ni siquiera pudo despegar. El segundo, nombrado "pajarito" en honor al célebre toro que una tarde volara del ruedo a las gradas de la Plaza México, también se incendió, un problema con la estructura que sostenía la "mona" terminó con el pobre globo que tampoco pudo despegar. Un tanto tristes por los dos intentos fallidos y por no poder ofrecer un buen espectáculo al público expectante, el cual, decepcionado por lo ocurrido, decidió irse a dormir puesto que ya era un poco tarde, empezamos a hacer los arreglos necesarios en el último globo al que nombramos "esperanza".
Mientras afinábamos los detalles decíamos: "si no vuela hay que decir que sí voló, jajajaja, al fin nadie lo va a ver...". Al poco tiempo, y después de armar una nueva estructura y de tapar algunos hoyos que tenía, salimos para darle una oportunidad a "esperanza". Al igual que con "pajarito", nos pusimos cerca de una barda para que el viento no fuera un factor tan dañino, todo iba bien, la "mona" empapada en alcohol estaba en su lugar, con movimientos cautelosos Jorge la prendió, pero el efecto no fue el deseado, el globo no se llenaba de aire caliente, por un momento pensamos que no iba a funcionar, cuando de pronto, alguien dijo: "¡suéltenlo!", y CUAZ!!!, "esperanza" voló, libró la barda y se perdió en el horizonte, ya no iba a ser necesario mentir a la mañana siguiente, en verdad voló!!!. La satisfacción fue enorme, estábamos felices de haberlo logrado, recuerdo a Paco diciendo esa noche: "ahora quiero vivir 3 años más" jajajaja!!!... satisfacción, pura satisfacción, con eso en la mente y en los corazones, nos fuimos a dormir..., victoriosos, si señor!!!
El miércoles antes de medio día nos fuimos de La Paz para enfilarnos a Ucácuaro, un lugar cerca de Zamora. Todo el camino estuvo muy bien, fue ahi cuando me enamoré de Leonor, yo la manejé en ese trayecto, y puedo decir que en la carretera es un amor. Al ir acercándonos a La Piedad, un tráfico tremendo, había fiesta en el pueblo, una procesión bloqueaba el camino, no obstante, después de algunas horas y de algunas rondas de "adivina en quién pienso", libramos el tráfico y nos detuvimos en un Aurrerá para comprar comida. Una vez que salimos de la tienda y que nos disponíamos a continuar el viaje, la camioneta de nuestro guía no quería arrancar, estuvimos un rato en el estacionamiento de la tienda hasta que llegó un mecánico a ver qué era lo que le pasaba a la camioneta, el problema: una terminal de la marcha. En poco tiempo lo arregló y continuamos el camino. Llegamos por la noche, los cuatro nos organizamos y nos convertimos en una muy eficiente línea de producción de tortas para cenar. Muy buenas!, de 5 y de a 10... Después de la cena nos pusimos a ver películas, a mi el sueño me venció y no pude ver todas las que pusieron, solo recuerdo unos cortos de animación hecha con personas sobre comida..., después de eso, el buen Andrei Tarkovsky logró que cerrara los ojos, en verdad tenía ganas de ver la película, pero el cansansio pudo más... ni hablar...
Antes de llegar a Ucácuaro (kimbara kimbara kumba kim bam ba!), el buen Fredy nos había platicado de las papas y pepinos con chile de aceite que venden allá, así que salimos en busca de esos manjares tan mencionados. Después de recorrer una parte del pueblo buscando un lugar en donde vendieran fruta, por fin dimos con uno que estaba casi frente a la casa de Doña Consuelo, donde nos quedamos a dormir. Papas, pepinos y mango fueron las peticiones, todos con chile de aceite... mmmm... Fredy no se equivocaba en lo que decía, estaba buenísimo aquello.
Por la tarde dimos un paseo por Zamora, visitamos la catedral inconclusa, una iglesia con un estilo gótico espectacular, un lugar que a pesar de seguir en constricción, es impresionante e imponente. También dimos una vuelta por la plaza central y nos tomamos un café, bueno, si mi memoria no me falla, fue una conga plus, un flamingo, un capuccino ruso y un expresso.
El viernes fue el último día que yo estuve por allá. por la tarde fuimos a Camecuaro, también cerca de Zamora, un lugar parecido a Xochimilco, ahi rentamos una lancha y nos pusimos a remar, a veces la técnica brillaba por su ausencia y la lancha iba a donde quería, pero rápidamente enderezábamos la embarcación y continuábamos con el recorrido. Había patos por doquier, un lugar muy bonito también. Después de que terminamos con la lancha, todos menos el collón que escribe, se metieron a nadar a la laguna, el agua estaba cristalina y mientras los demás disfrutaban, yo me quedé en la orilla para capturar los momentos.
Después de Camecuaro pasamos a Zamora a comer. Ésta vez incluímos corundas en el menú, y de nuevo fuimos en busca de papas y pepinos con chile de aceite, los encontramos, y por un descuido, los 4 terminamos enchilados con las papas y los pepinos, pero aaaaaah qué buenos estaban!!! Después de encontrar una paletería y comprar unas aguas pa bajar lo enchilado, fuimos a comer unos tacos de bistec adobado, tssssssssssssss... también bien buenos!!!, con unas cebollitas que no no no... nomás de acordarme empiezo a babear.....
Paco y yo nos quedamos en Zamora porque el camión que nos traería de regreso salía a las 10:30, y como a las 8:30 nos despedimos de Mirna y Jorge, el viaje se acercaba a su fatídico fin. Nos quedamos vagando por las calles de Zamora por un buen rato, y más o menos como a las 9, en lugar de tomar un taxi o un camión para ir a la central, nos aventuramos a emprender la caminata y así fué, desde el centro de Zamora caminamos todo el trayecto hasta la central de autobuses, a la que llegamos como a las 10 y algo, no quedaba más que esperar la hora en la que llegaría el camión que terminaría con tan placentero sueño. Las 10:30, nos subimos al camión, y en cuanto salimos de la terminal, empezabamos a añorar y recordar todo lo que habíamos hecho, esperando que ésta no sea la última vez y que se repita constantemente.
Nos la pasamos platicando una buena parte del camino, la lluvia nos alcanzó y para mi mala suerte el camión tenía una gotera justo en la parte de arriba de mi asiento, como pude me las arreglé para evitar que me cayera, me puse mis audífonos y "disfruté" del viaje. Como a las 4 de la mañana desperté, y cuando volteo a la ventana para ver en donde íbamos CHONCK!!!, cuál va siendo mi sorpresa al ver un pintoresco vochito-taxi verde, como dándome la bienvenida a la ciudad, el viaje se terminó, de nuevo a la realidad, de nuevo a la rutina... ni modo... pero ahora tengo muy buenos recuerdos e historias que contar, con este viaje me acordé de que los amigos siempre están ahi y de que la rutina, estando a su lado, pesa menos. Gracias a todos por tan buenos momentos, en especial a estos dos chamacos y esta chamaca con quienes compartí unas muy buenas vacaciones. Faltó uno por ir... Pero ya habrá más viajes por hacer...

21 de julio de 2007

Ya se puede...

Ya configuré esto pa' que cualquiera haga comentarios, creo que antes solo los podían hacer si tenían cuenta de gmail, pero ya...

Saludos a todos!

Porque sí...

Hace rato me llegó la tonadita y ésta frase de una canción. Sin más razones que las que no quiero compartir, solo la quiero dejar aquí:

"This is fucked up, fucked up..."

Black Swan, Thom Yorke.

20 de julio de 2007

Reflexiones ad noctum.

Empecé a escribir ésto como el resultado de la plática con una amiga, por un tiempo me olvidé de que lo había empezado, y hoy que de nuevo abrí el blog, lo encontré. Son ideas que llegaron a mi cabeza y que escribí como iba saliendo, ni siquiera sé por qué escribo ésta introducción, pero bueno... Si tienen ganas de hablar sobre lo que aquí se escribió contáctenme y nos echamos una buena platicada. Saludos a todos!!!

Pienso que desde el momento en que nacemos, e incluso antes de ello, todo lo que ocurre a nuestro alrededor produce un efecto en nosotros, ya sea en nuestras actitudes o en nuestra forma de ser, de alguna manera crecemos con un modo de ser que se convertirá en nuestra bandera por el resto de nuestra vida, ya sea por cuestiones genéticas o por las vivencias que se nos presenten con el tiempo.


No me gusta pensar mucho en que existe un destino marcado del que no podemos escapar, creo que uno mismo se va forjando su futuro, y las decisiones que tomamos día con día son las que finalmente hacen que ese destino sea una realidad. Ahora bien, hay veces en que las decisiones que tomamos no son las mejores, o al menos no provocan un sentimiento de satisfacción en nosotros, es entonces cuando la depresión, la angustia, las dudas y los arrepentimientos se apoderan de nuestra persona.


Basta un solo error para que una persona llegue a perder la vida por completo, o al menos, a perderse lo que la vida tiene que ofrecerle, sin embargo, la vida misma provee de los medios necesarios para salir adelante. Es verdad que no existe una fórmula que todo el mundo pueda aplicar para librarse de sus problemas, cada quien posee una forma muy particular de arreglar aquéllo que lo perturba, incluso los problemas pueden encontrar solución por sí solos, o por cuestiones fortuitas que ni remotamente teníamos contempladas, no obstante, el "inter" que se vive al tratar de salir de una situación que causa una molestia tanto emocional como física, puede convertirse en un verdadero tormento.

No creo que ese tipo de momentos sean malos del todo, creo que todos debemos de pasar alguna vez por ellos, ya que a final de cuentas, ese tipo de momentos amargos son los que nos dejan un mayor aprendizaje. Al empujarnos y exponernos a extremos que en situaciones normales no enfrentaríamos, esos momentos hacen que podamos conocernos mejor. En ocasiones hay errores que perduran por mucho tiempo sin que la vida alcance para encontrarles solución. Es preciso señalar que el aprendizaje del que hablo no siempre se deriva de la solución a los errores o problemas, hay veces en que dicho aprendizaje proviene de la manera en que se encaran los problemas o errores, de la manera en que los asumimos y éstos se adaptan a nuestra vida.

Alguna canción de hace algún tiempo hace referencia a que la vida se sostiene por instantes, y en verdad lo hace. Todo lo que vivimos se registra en nuestra cabeza en pequeños momentos que nos marcan para siempre, se quedan ahi en forma de recuerdos que podemos revivir cuantas veces queramos, que podemos analizar y repasar una y otra vez, encontrando detalles, disfrutando situaciones, pensando en las cosas que dijimos y en las que en realidad queríamos decir, como quiera que sea, ese cúmulo de imágenes, olores, sonidos o sentimientos forman parte de nuestro pasado, de nuestra vida, y afortunada o desafortunadamente, no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo.

Retomando la idea de los instantes, recuerdo uno en particular de cuando iba en 4to. o 5to. de primaria (bueno... medio recuerdo, porque mi memoria no es muy buena que digamos..., bueno... a veces sí), mientras platicaba con un maestro que tenía, por alguna razón que no puedo recordar, de la plática salió una especie de consejo, palabras más palabras menos, me dijo algo así: "La vida se tiene que disfrutar al extremo, no significa que te revientes a todas horas, sino que hagas y disfrutes lo que estás haciendo cuando tienes que hacerlo". De alguna u otra forma ese "consejo" siempre ha estado presente en mi vida desde entonces, y es que no hay nada como disfrutar de los instantes con los que se va construyendo una vida; siempre quedarán algunos cabos sueltos, o decisiones erróneas, o cuestiones que no nos tendrán satisfechos del todo, pero como lo dije antes, ese tipo de cosas son de las que aprendemos y las que nos ayudan a poder disfrutar esos instantes con mayor intensidad. Claro que también está el aspecto de la terquedad y la obstinación, estados propios del egoísmo, no siempre de caracter negativo, pero que en mayor medida se deben evitar con el fin de experimentar nuevas situaciones y tener más empatía con los demás.

Dicen que la sabiduría se adquiere con los años, yo diría que la sabiduría viene con los errores, y es que hay que vivirlos para poder aprender a evitarlos o a enfrentarlos. Yo no sé muy bien qué es la madurez o cuando llega, la idea que tengo de ella es que representa un estado de sobriedad en las personas, de templanza, de saber qué es lo que se tiene que hacer o no hacer, me parece que la madurez llega junto con la sabiduría, no obstante, al igual que la felicidad, considero que son estados pasajeros. Puede que la madurez no sea pasajera, pero en ello tiene que ver mucho la conciencia. El ser concientes de lo que pasa con uno mismo y con lo que a uno le rodea permite una visión más amplia de las cosas, por tanto, nos proporciona una serie de elementos y opciones de los que podemos echar mano para lograr lo que queremos, o en un caso más "conciente", lo que es mejor tanto para el entorno (comprendido en él a las personas involucradas en una situación en particular), como para nosotros.

Hace algún tiempo leí en el blog del buen Alejandro (mejor conocido en el bajo mundo como "Pingu") alguna reflxión acerca de lo que es el amor. Ahi hablaba del amor referido a una o unas cuantas personas en específico, de un amor restrictivo, de éste sentimiento con el que nos llenamos al encontrar un complemento junto a alguien más, sin embargo, tengo del amor un concepto más amplio. Pienso que el amor que se le puede tener a una persona con la que te identificas y con la que te sientes bien, es solo una parte o una manifestación del amor que puede producir una persona. Considero que el amor puede trascender su esencia primitiva de sentimiento para transformarse en una forma de vida, pienso que sí es posible amar a todos e incluso todo lo que nos rodea, sin embargo, es algo muy dificil de hacer y más de soportar, ya que el amor tiene aparejado un cierto estado de vulnerabilidad que puede causarnos decepciones o sufrimientos de los que no es tan fácil sobreponerse. Éstas decepciones y sufrimientos pueden encontrar su alivio en el mismo amor, pero a veces el egoísmo y la falta de una plena apertura de conciencia nos confunden, y es entonces cuando caemos en ese supuesto estado de vulnerabilidad, en el que la mezquindad o falta de sensibilidad de las personas termina por afectarnos.

Al igual que el conocimiento, las experiencias, ideas, sentimientos, etc., el amor no debe acumularse en una persona, debe compartirse. Últimamente me he convencido más de la idea de que todo lo que das, de alguna u otra forma encuentra su camino de vuelta a ti. Contándome una historia que escribió, un amigo decía en ella que "lo malo del karma es que no sabes con qué se va a cobrar", por tanto, creo que es fundamental tener una visión y actitud positiva, claro que la negatividad es inherente a nuestra vida e inclusive puede hacernos pasar muy malos ratos, pero haciendo un poco referencia a lo que mencionaba anteriormente, ésta situación puede también convertirse en algo positivo, la cuestión principal se encuentra en aprender a hacerlo, aprender a controlar y abrir nuestra conciencia, a usarla en todos los instantes de nuestra vida, para que de esa forma, obtengamos la sabiduría que nos permita aplicar el amor en plenitud sin sentirnos vulnerables ante los demás.

11 de junio de 2007

Un ave


Pues si..., otra vez estoy escribiendo por aca. Esta vez no pienso hacer un escrito tan largo como los anteriores, al contrario, solo escribo para ver algo distinto en este blog.


Aprovecho la ocasión para presentarles a un personaje extraño que me ha estado visitando todas las mañanas. Un buen día llegó y empezó a chillar, se posó en el árbol que está frente a mi ventana, desde ahi se quedaba mirando fijamente hacia mi cuarto mientras yo usaba la computadora, o leía el periódico, o tocaba la guitarra..., me sentí como en aquél poema de Allan Poe, solo que éste no es un cuervo, es un ave que disfruta de su libertad y que gusta de observar cómo es la vida en cautiverio. A mi me gusta pensar cómo es la vida en libertad, creo que es algo que tenemos en común, tal vez uno desea conocer cómo es la vida del otro.


Todos los días se abalanza varias veces hacia mi ventana, y justo cuando pasa por enfrente, chilla. Creo que a veces me invita a salir, a no quedarme encerrado en mi casa y disfrutar del Sol por la mañana, me recuerda que allá afuera hay muchas cosas que quieren ser vistas, que están esperando a alguien para que las disfrute.


El viernes pasado disfruté enormemente una de esas cosas: la lluvia. Si hay algo que me gusta en esta vida es disfrutar de una buena lluvia. Caminar mientras llueve es una de esas cosas que me llenan, ver los relámpagos rasgar el cielo y escuchar los truenos cimbrando la tierra junto con el ruido constante del agua que cae, me ayuda a pensar en cosas que se quedan atoradas en mi cabeza y que a veces no logro hacer que fluyan, aunque hay veces que me hace pensar demás...


Esa tarde caminé un rato por CU, los paisajes que ahi se forman son tremendos, me encantan. No a mucha gente le gusta la lluvia, así que mientras caminaba por las islas, no pude ver a alguien alrededor, todo mundo se resguardaba en los pasillos o edificios mientras yo caminaba con paraguas en mano. La soledad se ha convertido en un lugar que me es muy familiar, sí, a veces pesa, tanto que incluso cuando estoy con alguien hay veces que me siento solo, no porque la persona con la que esté sea una mala compañía, al contrario, yo no creo que exista tal cosa como las malas compañías, a decir verdad, hay veces que me sucede con personas que valoro y aprecio mucho. Cuando eso pasa no pongo mucha atención, no hablo mucho (bueno, siempre me he considerado un mejor escuchador que platicador, pero bueno), mi mente se dedica a pensar en otras cosas que me afectan o molestan y que necesito digerir para que no influyan tanto en mi, por lo general miro hacia otro lado y lo único que sale de mi boca es la primer tontería que me llega a la cabeza, así que, si notas que alguno de estos síntomas se presenta en mí cuando estoy contigo, por favor, haz lo mismo que este personaje que me viene a visitar por las mañanas, no dejes que me pierda de lo que pasa fuera de mi, en verdad lo agradeceré.

23 de abril de 2007

Aborto en el DF

En algunas horas más se someterá a discusión y aprobación en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal el proyecto en el que se plantea despenalizar el aborto si éste se lleva a cabo dentro de las primeras doce semanas de gestación. Actualmente el Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, en su artículo 148, considera como excluyentes de delito a los abortos practicados en los casos en que el embarazo haya sido el resultado de una violación o de una inseminación artificial realizada sin consentimiento, cuando represente un peligro grave para la salud de la madre, cuando a juicio de dos especialistas el producto presente alteraciones genéticas o congénitas que den como resultado daños físicos o mentales, y, cuando sea resultado de una conducta culposa de la mujer embarazada (V.g. un golpe que por descuido provoque la muerte del producto).

Muchas han sido las opiniones que se han vertido al respecto durante estos últimos días. Las calles, los medios de comunicación y las mesas de muchas casas, restaurantes y cantinas se han convertido en el foro idóneo para la discusión del tema.

Por un lado se encuentran los que ven esta despenalización como un asunto urgente de salud pública y por ende de vital importancia. Con la aprobación de éste proyecto se obligaría a crear estándares y niveles de calidad para los métodos y medios utilizados en la realización de un aborto, necesarios para garantizar el bienestar de la integridad física de la persona a la que se le practica, logrando de esta manera que los riesgos que actualmente corre una mujer al practicarse un aborto clandestino disminuyan de manera considerable.

Del lado contrario encontramos a quienes se pronuncian en contra de la aprobación del proyecto de despenalización. A través de la desaprobación del mencionado instrumento legislativo, ellos buscan defender el derecho a la vida que tiene el producto de la concepción (cuestión que no está prevista en ningún párrafo de la Constitución), y del cual gozamos todas las personas.

Es de este último lado en donde yo he encontrado muy graves inconsistencias en la argumentación de aquellos que se pronuncian en pro de la vida y de la moral. Recuerdo que hace no mucho observaba en la televisión a un hombre que gritaba consignas en alguna de las tantas marchas, manifestaciones y protestas que se han presentado en las calles de la ciudad; el hombre aparecía gritando aquélla frase que irónicamente Benito Juárez hiciera famosa en México: "el respeto al derecho ajeno es la paz", después, en contrario sensu, ese hombre le dejaba en claro a los legisladores capitalinos que si ellos no respetaban el derecho ajeno, iban a tener guerra. Recuerdo también unos spots televisivos en donde aparecía Roberto Gómez Bolaños (otrora "chespirito") en el que una mujer le contaba al actor sobre su experiencia personal después de haber abortado, al final del spot aparecía un mensaje: "abortemos la ley no la vida", expresión a la que no le encuentro sentido alguno, ya que en un país sin ley, la gente podría hacer lo que quisiese, incluso abortar, o matar impunemente.

También se ha hablado de la existencia de amenazas de muerte por parte de grupos denominados "ultraconservadores" en contra de ciertos legisladores que se han pronunciado a favor del proyecto, cuestión por demás reprobable e incongruente.

Lamentablemente el tema se ha salido en gran medida de contexto, las opiniones que se dan a veces responden solo a una posición por el simple hecho de llevar la contra, incluso hay veces que carecen de una base informativa, convirtiendo el debate callejero en una suerte de insultos y agresiones que distan mucho de lograr hacer que la población adopte una u otra posición. En ocasiones el nivel del debate rebasa los hechos concretos, lléndose a temas que poco tienen que ver con lo que se plantea, otorgándole a la confusión el lugar principal en la discusión.

Por otro lado encontramos también la postura de la iglesia. En éste punto me gustaría dejar muy en claro el término que utilizo: "iglesia" (distinto a religión o creencia), como conjunto de personas organizadas en una jerarquía que basan su actuar en la interpretación que realizan de los dogmas religiosos; por "iglesia" me refiero a la organización clerical, principalmente a la de tipo católica, debido al gran número de personas en nuestro país que son afines al culto. También me gustaría precisar que no todas las opiniones provenientes de la iglesia versan en un mismo sentido, debiéndose ésto a que dentro de ella convergen distintas corrientes de pensamiento. La diversidad de opiniones es un fenómeno que también se presenta dentro de la iglesia, esbozando matices que van desde aquéllos que trabajan sus creencias al margen de las decisiones del Estado, hasta quienes intentan conseguir un protagonismo en el campo de la política.

En términos generales, la posición y el papel que toman los altos jerarcas de la iglesia es por demás comprensible y natural. Después de todo, su trabajo consiste en fomentar la vida y en propiciar que aspectos tan subjetivos como la moral y las buenas costumbres (o al menos lo que ellos conceptualizan como tal), sean acatados por la sociedad. En esto último no hay nada de malo, no obstante, cuando las opiniones se llevan a los extremos, se corre el riesgo de quebrantar esa línea que separa a la iglesia del Estado y que anteriormente costó tanta sangre y vidas.

No sé por qué muchas personas actúan como si la aprobación de este proyecto obligara a abortar a todas y cada una de las mujeres que se encuentren embarazadas, siendo que simplemente se esta dejando de penar una conducta que es considerada delictiva, además, la decisión de abortar recae exclusivamente en aquellas mujeres que consideren esa opción; es aquí donde todas esas organizaciones sociales, tanto de tipo clerical como aquéllas en favor de la vida y la moral deberían enfocar sus fuerzas, brindando la información suficiente que consideren esencial conforme a sus ideales. Por el contrario, no le veo objeto alguno a tratar de impedir el crecimiento de las libertades para las mujeres, libertades que también deben ser atendidas por el Estado de manera responsable, ya que de ello derivará el funcionamiento armonioso de la sociedad.

Con la aprobación de éste dictamen, organizaciones como las iglesias o como todas esas asociaciones que han salido a las calles y se han expresado en los medios para dejar en claro su sentir y su particular punto de opinión, no estarían impedidas para prohibir a sus seguidores que practiquen el aborto, en otras palabras, si realmente quieren que las personas no aborten, no deberían tratar de impedir la aprobación de éste proyecto, deberían luchar desde sus trincheras para lograrlo, ya que a fin de cuentas es una decisión personalísima que le compete exclusivamente a la mujer embarazada.

Considero que la despenalización del aborto sí traería muchos beneficios en términos de salud pública, sin embargo, también considero que junto con la posible aprobación del proyecto debería hacerse lo posible por mejorar la calidad y cantidad de información y educación sobre sexualidad y métodos anticonceptivos que recibe la gente de todos los niveles económicos, acercando la información a la mayor cantidad de personas, en atención a lo estipulado en el segundo párrafo del artículo 4 constitucional.

El hecho de abortar también debe ser una decisión libre, responsable e informada de la mujer que lo haga, sin que ello signifique que tenga que ser condenada a una pena por hacerlo. En mi opinión, el aborto debería tomarse como el último de los recursos, ¿por qué deshacerse de algo si se puede evitar su existencia? (salvo en los casos que regula el artículo 148 del Código Penal para el D.F., que cité al principio), la vida es una experiencia que nadie se debería de perder.

12 de marzo de 2007

Para no olvidar


Pasan y pasan los días y yo simplemente sigo extasiado por el que he calificado como el mejor concierto al que he asistido.

Durante todo el día e incluso en el trayecto hacia el recinto en el que se llevaría a cabo tal evento, mi mente se concentraba en cosas totalmente ajenas a lo que en algunas horas iba a presenciar, simplemente no sentía esa euforia, esa emoción que en cualquier otro día de concierto hubiera experimentado. El cansancio de haber empezado mi día a las 5 de la mañana se hacia cada vez más presente, obligándome a bostezar en repetidas ocasiones mientras el carro en el que iba se abría paso ante el estresante tráfico que uno puede encontrar a las 19 horas en cualquier avenida importante de la Ciudad de México.

Después de poco más de una hora de camino llegamos al lugar en cuestión, y aunque el ambiente entre la gente era de expectación, mi mente se negaba a contagiarse de aquella emoción, a decir verdad estaba muy tranquilo, tal vez demasiado, aún después de ver la gran cantidad de gente que llegaba a la cita. No fue sino hasta que bajé las escaleras del puente que cruza Churubusco que el cansancio se esfumó de mi cuerpo y pude al fin concentrarme enteramente en la experiencia que estaba a punto de vivir, el ver esa cantidad de gente que se avalanzaba determinantemente hacia la entrada del foro, me dió la suficiente carga de adrenalina para despertar por completo y ahora sí sentirme parte de ese magno evento.

Ya en el interior, todos buscaban el lugar idóneo para ver el espectáculo, algunos se acomodaban en el piso para esperar los últimos 40 minutos, otros saltaban en su lugar para liberar la tensión que generaba la espera. Como fondo en el escenario podía apreciarse un radio muy antiguo, arriba de el, un avión de guerra y un pequeño soldado de juguete, del lado izquierdo, una botella de whiskey; yo creí en un principio que todo eso estaba realmente armado en el escenario y que la botella era un inflable enorme, pero cuál iba a ser mi sorpresa que exactamente al 10 para las nueve, una mano gigante sosteniendo un cigarro en los dedos aparecía encendiendo el radio que se proyectaba en una pantalla gigante de alta definición.

Viejas canciones de rock se escucharon como preludio al concierto mientras en la pantalla se podía apreciar cómo alguien disfrutaba de la música, una copa y un buen cigarro. Exactamente a las 9 de la noche, las luces se apagaron y en el enorme radio se escuchó "in the flesh". Los gritos y silbidos de emoción se escucharon mientras casi todos levantaban sus manos ante la presencia de un genio musical que estaba dispuesto a hacer pasar un muy buen rato a todos los asistentes.

Tal vez fué por las grandes y constantes nubes del humo proveniente de los cigarros y hitters pero, a partir de ese momento, todo el concierto para mi fue como teletransportarse a otro lugar, fue como estar en un muy largo y placentero trance; cada nota y sonido de todas las melodías penetraron en mi cabeza y me llevaron a un mundo del que no hubiera querido salir.

El concierto se dividió en tres partes, en la primera pudimos disfrutar canciones consagradas de Pink Floyd como "mother", "shine on your crazy diamond", "wish you where here", "have a cigar", etc., de igual manera canciones propias de Roger Waters, por ejemplo, una llamada "leaving Beirut". La segunda parte estuvo dedicada a la ejecución de uno de los mejores discos de rock que existen en el planeta: "The Dark Side of the Moon". Para la tercera (que en realidad formaba parte de la segunda, ya que solo hubo un descanso), "another brick in the wall (part II)", "Vera" y "confortably numb" pasaron lista de presencia para cerrar el espectáculo con broche de oro.

Para el final de la primera parte, mientras "sheep" era ejecutada, un enorme cerdo se paseó volando por encima del publico dejando ver algunos mensajes escritos en su cuerpo: "Cerdo-Bush, derriba el muro de la frontera", "Kafka rules ok, habeas corpus matters", "libres al fin", "saquen a Bush". Después del paseo, el mensajero rosa se liberó de sus ataduras y emprendió su viaje al cielo para perderse en la oscuridad de la noche, entre el público se escuchaba: "que caiga en mi casaaaaaa!", luego, bolas de fuego intenso aparecieron al lado del escenario enmarcando aquél inverosímil espectáculo. Durante la espera de la segunda mitad del concierto, de las bocinas salía un sonido que emulaba una fuente, y en la pantalla, se apreciaba un círculo que cada vez se hacía más grande, distinguiéndose al final una enorme luna llena que parecía tan real como la que ascendía en el cielo por detrás del escenario.

Sin lugar a dudas el climax de la velada llegó cuando durante "brain damage" y "eclipse", sobre el escenario apareció un gran prisma hecho con laser por el cual pasaría un haz de luz blanca para defragmentarse en colores, emulando la portada del disco, girando y haciéndonos parte del evento al ser tocados por el haz de luz que contenía los colores del arcoiris.

Después de que "confortably numb" terminara y de que el Señor Waters diera las gracias, nadie quería moverse, todo mundo parecía estar catatónico ante tal espectáculo que ahora llegaba a su fin. Ahora todos volvíamos a la realidad, una en la que más de 45,000 personas intentaban salir de aquél recinto, una en la que el metro estaba cerrado, en la que los peseros te cobran 25 pesos por llevarte a San Angel "en calidad de sardina", pero también, en la que existen oportunidades para presenciar espectáculos de ésta magnitud que te permiten olvidarte y a la vez hacerte más consciente de los problemas económicos, sociales y políticos que se viven en el mundo.

Con esto termino esta trilogía de pequeños escritos dedicada a la que considero una de las mejores bandas en la historia de la música contemporánea, y en lo particular, a quien se convirtió en el genio creativo esa extinta agrupación.

26 de febrero de 2007

Tear down the wall!!!!!

Hace algunas noches, cuando me disponía a descansar la mente con una relajante dosis de televisión (parte de mi preámbulo ritual nocturno antes de conciliar por completo el sueño), acerqué el periódico de aquél día para darle un poco de trabajo a mi cerebro antes de dejarlo morir por completo, en la portada, la imagen del Secretario de Seguridad Interna de los EUA soldando uno de los paneles del muro que el gobierno de aquél país mandó construir como una respuesta a los problemas de inmigración ilegal. Cuando la imagen en la tele comenzó a revelarse, en la pantalla apareció un programa que al momento y sin ánimo de darle una oportunidad juzgué por demás aburrido, acto seguido, mi dedo pulgar se deslizó hábilmente por los botones del control remoto apretando números al azar con la esperanza de que la diosa fortuna me regalara el placer de sintonizar algo que me ayudara a descansar y no a pensar en lo estúpida que puede llegar a ser una programación.

Como auténtico regalo divino, sentado en mi cama y después de un día más de rutina, en mi televisor se descubrían imágenes y sonidos que me eran familiares y que en seguida identifiqué como una de las mejores películas que he visto en mi vida: "The Wall". Retomando un poco lo que en la anterior publicación mencionaba, considero que "The Wall" es una de esas obras emblemáticas que transgreden las barreras del tiempo para de alguna u otra forma mantenerse siempre vigentes. Por un momento bastante grande me quedé disfrutando al máximo de mi suerte, la euforia y la alegría dominaban mi ser, era como encontrarse con un viejo amigo del cual no tenía noticia hace tiempo, sin embargo, al mirar la imagen del periódico que descansaba en mis piernas, ese viejo amigo me recordó que aunque el tiempo pase, a veces las personas nunca cambian.

En la película se nos presenta a una estrella de rock ("Pink") que, debido a los traumas derivados de la pérdida de su padre en la guerra, las decepciones amorosas y la crueldad de un sistema escolar en el que los sentimientos y el libre pensamiento estan terminantemente prohibidos, construye a manera de defensa un muro alrededor de él que lo resguarda de las realciones humanas y le permite interactuar con las criaturas que solo una mente enferma y autodestructiva puede crear.

El parecido entre este personaje y los líderes del gobierno estadounidense (y algunos del gobierno mexicano) es por demás escabroso. La construcción de un muro fronterizo entre México y E.U.A. es una prueba del fracaso, en primer lugar, por parte de los gobiernos latinoamericanos (el mexicano sería un muy buen ejemplo) al no poder brindarle a sus habitantes condiciones de trabajo suficientes y adecuadas para gozar de una calidad de vida aceptable, por ejemplo, en el caso de México, más de la mitad de su población vive en condiciones de pobreza, pero eso sí, al momento de dar a conocer las cifras económicas que sostienen al país, el presidente orgullosamente exhibe que las remesas salariales que nuestros connacionales envían a sus familias se encuentran a la par de lo que PEMEX produce.

Este fracaso se extiende en segundo lugar a los E.U., enclaustrándose para librarse de un problema que termina beneficiándole y al que, en cierta medida, debe su existencia. Es verdad que los estadounidenses tienen el derecho a reclamar y defender lo que es suyo, pero entonces, ¿dónde queda el "sueño americano"?

Desde mi persperciva, Estados Unidos ha adquirido en los ultimos años una actitud temerosa que lo lleva a la agresión injustificada y que no provoca otra cosa que su autodestrucción, tanto económica como en lo referente a la vida de cientos de militares que luchan en una guerra de la que dudan alcanzar el éxito al mirar (igual que en la película) como sus compañeros son ejecutados a sangre fría.

Los mounstros en la mente de los líderes estadounidenses han traído como consecuencia que este país busque alejarse de todo contacto con el exterior, levantando un muro revestido de nacioanlismo y espíritu patriótico que impide tener una relación placentera con un pueblo del cual no me cabe la menor duda de que también es sensible y sensato. No me gusta generalizar a la hora de emitir un juicio con respecto a algo, el hablar del pueblo estadounidense no va a ser la excepción; estoy cierto de que en los Estaods Unidos hay millones de personas que no están de acuerdo con las políticas aplicadas y acciones ejecutadas por su actual presidente y algunos gobernadores y miembros de su Congreso, no obstante, mientras ellos mantengan el muro en pie y nadie desde adentro haga algo para debilitarlo o incluso derribarlo, el egoísmo, la locura y la agresión seguirán siendo las constantes en la personalidad de aquél Estado.

A principios de los noventa Roger Waters realizó en Alemania una adaptación en vivo de esta majestuosa obra para conmemorar la caída del Muro de Berlín, hecho que sin lugar a dudas marcó al mundo. Ahora, en el ocaso de la primera década del siglo XXI, tengo la firme esperanza de que nuevamente se organice un concierto de tal magnitud para celebrar el derrumbe o la cancelación en la construcción de este muro fronterizo que no hace otra cosa que marcar más definidamente las diferencias entre los pueblos latinos y el "americano", pero sobre todo, para celebrar el derrumbe de ese muro ideológico que tarde o temprano terminará por asfixiar la lucidez del pueblo estadounidense.

Tear down the wall!
Tear down the wall!...