23 de abril de 2007

Aborto en el DF

En algunas horas más se someterá a discusión y aprobación en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal el proyecto en el que se plantea despenalizar el aborto si éste se lleva a cabo dentro de las primeras doce semanas de gestación. Actualmente el Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, en su artículo 148, considera como excluyentes de delito a los abortos practicados en los casos en que el embarazo haya sido el resultado de una violación o de una inseminación artificial realizada sin consentimiento, cuando represente un peligro grave para la salud de la madre, cuando a juicio de dos especialistas el producto presente alteraciones genéticas o congénitas que den como resultado daños físicos o mentales, y, cuando sea resultado de una conducta culposa de la mujer embarazada (V.g. un golpe que por descuido provoque la muerte del producto).

Muchas han sido las opiniones que se han vertido al respecto durante estos últimos días. Las calles, los medios de comunicación y las mesas de muchas casas, restaurantes y cantinas se han convertido en el foro idóneo para la discusión del tema.

Por un lado se encuentran los que ven esta despenalización como un asunto urgente de salud pública y por ende de vital importancia. Con la aprobación de éste proyecto se obligaría a crear estándares y niveles de calidad para los métodos y medios utilizados en la realización de un aborto, necesarios para garantizar el bienestar de la integridad física de la persona a la que se le practica, logrando de esta manera que los riesgos que actualmente corre una mujer al practicarse un aborto clandestino disminuyan de manera considerable.

Del lado contrario encontramos a quienes se pronuncian en contra de la aprobación del proyecto de despenalización. A través de la desaprobación del mencionado instrumento legislativo, ellos buscan defender el derecho a la vida que tiene el producto de la concepción (cuestión que no está prevista en ningún párrafo de la Constitución), y del cual gozamos todas las personas.

Es de este último lado en donde yo he encontrado muy graves inconsistencias en la argumentación de aquellos que se pronuncian en pro de la vida y de la moral. Recuerdo que hace no mucho observaba en la televisión a un hombre que gritaba consignas en alguna de las tantas marchas, manifestaciones y protestas que se han presentado en las calles de la ciudad; el hombre aparecía gritando aquélla frase que irónicamente Benito Juárez hiciera famosa en México: "el respeto al derecho ajeno es la paz", después, en contrario sensu, ese hombre le dejaba en claro a los legisladores capitalinos que si ellos no respetaban el derecho ajeno, iban a tener guerra. Recuerdo también unos spots televisivos en donde aparecía Roberto Gómez Bolaños (otrora "chespirito") en el que una mujer le contaba al actor sobre su experiencia personal después de haber abortado, al final del spot aparecía un mensaje: "abortemos la ley no la vida", expresión a la que no le encuentro sentido alguno, ya que en un país sin ley, la gente podría hacer lo que quisiese, incluso abortar, o matar impunemente.

También se ha hablado de la existencia de amenazas de muerte por parte de grupos denominados "ultraconservadores" en contra de ciertos legisladores que se han pronunciado a favor del proyecto, cuestión por demás reprobable e incongruente.

Lamentablemente el tema se ha salido en gran medida de contexto, las opiniones que se dan a veces responden solo a una posición por el simple hecho de llevar la contra, incluso hay veces que carecen de una base informativa, convirtiendo el debate callejero en una suerte de insultos y agresiones que distan mucho de lograr hacer que la población adopte una u otra posición. En ocasiones el nivel del debate rebasa los hechos concretos, lléndose a temas que poco tienen que ver con lo que se plantea, otorgándole a la confusión el lugar principal en la discusión.

Por otro lado encontramos también la postura de la iglesia. En éste punto me gustaría dejar muy en claro el término que utilizo: "iglesia" (distinto a religión o creencia), como conjunto de personas organizadas en una jerarquía que basan su actuar en la interpretación que realizan de los dogmas religiosos; por "iglesia" me refiero a la organización clerical, principalmente a la de tipo católica, debido al gran número de personas en nuestro país que son afines al culto. También me gustaría precisar que no todas las opiniones provenientes de la iglesia versan en un mismo sentido, debiéndose ésto a que dentro de ella convergen distintas corrientes de pensamiento. La diversidad de opiniones es un fenómeno que también se presenta dentro de la iglesia, esbozando matices que van desde aquéllos que trabajan sus creencias al margen de las decisiones del Estado, hasta quienes intentan conseguir un protagonismo en el campo de la política.

En términos generales, la posición y el papel que toman los altos jerarcas de la iglesia es por demás comprensible y natural. Después de todo, su trabajo consiste en fomentar la vida y en propiciar que aspectos tan subjetivos como la moral y las buenas costumbres (o al menos lo que ellos conceptualizan como tal), sean acatados por la sociedad. En esto último no hay nada de malo, no obstante, cuando las opiniones se llevan a los extremos, se corre el riesgo de quebrantar esa línea que separa a la iglesia del Estado y que anteriormente costó tanta sangre y vidas.

No sé por qué muchas personas actúan como si la aprobación de este proyecto obligara a abortar a todas y cada una de las mujeres que se encuentren embarazadas, siendo que simplemente se esta dejando de penar una conducta que es considerada delictiva, además, la decisión de abortar recae exclusivamente en aquellas mujeres que consideren esa opción; es aquí donde todas esas organizaciones sociales, tanto de tipo clerical como aquéllas en favor de la vida y la moral deberían enfocar sus fuerzas, brindando la información suficiente que consideren esencial conforme a sus ideales. Por el contrario, no le veo objeto alguno a tratar de impedir el crecimiento de las libertades para las mujeres, libertades que también deben ser atendidas por el Estado de manera responsable, ya que de ello derivará el funcionamiento armonioso de la sociedad.

Con la aprobación de éste dictamen, organizaciones como las iglesias o como todas esas asociaciones que han salido a las calles y se han expresado en los medios para dejar en claro su sentir y su particular punto de opinión, no estarían impedidas para prohibir a sus seguidores que practiquen el aborto, en otras palabras, si realmente quieren que las personas no aborten, no deberían tratar de impedir la aprobación de éste proyecto, deberían luchar desde sus trincheras para lograrlo, ya que a fin de cuentas es una decisión personalísima que le compete exclusivamente a la mujer embarazada.

Considero que la despenalización del aborto sí traería muchos beneficios en términos de salud pública, sin embargo, también considero que junto con la posible aprobación del proyecto debería hacerse lo posible por mejorar la calidad y cantidad de información y educación sobre sexualidad y métodos anticonceptivos que recibe la gente de todos los niveles económicos, acercando la información a la mayor cantidad de personas, en atención a lo estipulado en el segundo párrafo del artículo 4 constitucional.

El hecho de abortar también debe ser una decisión libre, responsable e informada de la mujer que lo haga, sin que ello signifique que tenga que ser condenada a una pena por hacerlo. En mi opinión, el aborto debería tomarse como el último de los recursos, ¿por qué deshacerse de algo si se puede evitar su existencia? (salvo en los casos que regula el artículo 148 del Código Penal para el D.F., que cité al principio), la vida es una experiencia que nadie se debería de perder.

2 comentarios:

Pingüino dijo...

Antes que nada, debo felicitarte por el alto contenido y la calidad de tus escritos. FELICIDADES!!! Ahora bien, pienso que la despenalización del "aborto", es una cuestion única y exclusiva de la sociedad, y a pesar de que la iglesia cuenta con cierta libertad y de que es parte de ella (creo que "jurídico" es el término, por aquello de las reformas hechas por Salinas de Gortari), el punto de vista de ésta, dista por mucho de ser objetiva, pues sus bases son meramente divinas; por otro lado, debo añadir, que me pareció correcto que separaras a la iglesia de la religión, ya que con este tipo de terminologías, hay que tener bastante cuidado, pues es cierto que la iglesia como institución es la que levanta este tipo de polémicas y no la demás gente. Saludos mi estimado abogado, y que siempre tus artículos sean de esta talla. Abrazos.

M`-´EGAA dijo...

Pues ya fue aprobado, y como dices, los grupos de ultraderecha, lejos de dara conocer sus puntos de vista, hicieron una campaña de polarisacion de la sociedad, al argumentar que solo ellos estaban a favor de la vida, y no estar con ellos, significaba estar a favor de la muerte, y aun en la asamblea, el dia que se discutio la ley, la mayoria de los argumentos en contra de ella, eran con el falso argumento, de que al aprobarla, todas las mujeres iban a querer abortar, asi lo manejaron, lejos de mejor ponerse a prever, como impedir que se llegue a estos extremos, con mas informacion sobre sexualidad, y metodos anticonseptivos, etc.

Por el momento, se gano la primera batalla, pero aun cuando esta ley este aprobada, seguira habiendo mucho por que luchar.

Un saludo a todos